Por ello, Echeverría es el principal responsable de la estrategia militar que buscaba acabar con toda movilización que pusiera en riesgo su gobierno, no obstante, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo exoneró de toda responsabilidad.

Así, el 26 de julio de 2005 se cerró el juicio marcado por la impunidad oficial.

Durante la represión, los Halcones tenían la orden de destruir los materiales video gráficos de documentalistas y periodistas nacionales y extranjeros, aun así, las evidencias que lograron recuperarse quedaron en la impunidad desde las declaraciones oficiales sobre la existencia del grupo de choque del Estado.

De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes y del personal de nosocomios, los halcones ingresaron a los hospitales a ejecutar a los estudiantes heridos.

Estas ejecuciones marcaron la historia de nuestro país y cómo el Estado utiliza a grupos de choque para reprimir, desaparecer y asesinar a quienes luchan y salen a las calles con voz de protesta.