Las mujeres docentes

“Hacia una educación por la vida y la dignidad”.

DE ACUERDO al observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en el año 2014, Oaxaca ocupó el tercer lugar a nivel nacional en feminicidios, sólo detrás del Estado de México y Distrito federal (actualmente Ciudad de México).

Ante el contexto opresivo, de discriminación y exclusión que vivimos las mujeres; el recrudecimiento de todas las formas de violencia (física, emocional, psicológica, institucional, política); y de una ola de feminicidios propias del sistema capitalista, patriarcal y machista, las mujeres organizadas y de conciencia nos vimos en la necesidad de reunirnos y le apostamos a compartir, reconocer, reflexionar y organizarnos, para construir entre todas, alternativas que incidan en cada uno de nuestros espacios, primordialmente en el educativo, que nos permita defender nuestra dignidad y el respeto a la vida.

Diversas mujeres trabajadoras de la educación que nos hemos encontrado en distintos espacios coincidimos en los siguientes planteamientos:

• El sistema patriarcal nos oprime a hombres y mujeres, pero de manera específica a las mujeres. Desde pequeñas nos arrebatan la identidad para imponernos otra, generada desde los medios de comunicación, la religión, la sociedad, la educación y todas las instituciones.
• La invisibilidad de las mujeres ha sido parte de la construcción histórica del sistema capitalista en todos los espacios desde la ciencia, las artes, el deporte, en la política y la pedagogía.
• Históricamente se nos ha impuesto el trabajo doméstico, el cual no ha sido valorado en ninguno de los ámbitos de la sociedad, ni siquiera su aporte a la economía mundial.
• Las mujeres, al igual que los territorios estamos sufriendo despojo, violencia y muerte.
• Las opresiones, discriminaciones y violencia nos cortan la vida y nos impide vivir dignamente,
• La mayoría de los medios de comunicación son una herramienta del patriarcado que contribuye a la violencia, exhibiéndonos como objetos sexuales y mercantiles para su dominio. Ni muertas nos respetan, los cuerpos de las mujeres son mutilados y exhibidos.
• Hay un bombardeo de mensajes machistas que refuerzan estereotipos de género, reforzando una cultura de dominio, opresión y sumisión de las mujeres.
• El capitalismo a través de los medios de comunicación nos ha convertido en consumidoras, un gran porcentaje de las ganancias de las empresas son de productos de belleza.
• Las agresiones y hostigamientos sexuales también alcanzan a las comunicadoras y compañeras de los movimientos sociales, se hacen presentes en los medios y espacios alternativos donde se supone caminamos con compañeros de lucha.
• Ante la exigencia de justicia frente a las agresiones que vivimos, se nos cuestiona, deslegitima, estigmatiza y denosta imponiéndonos el silencio en aras de la unidad de los movimientos sociales, sindicales y populares, y se nos responsabiliza de cualquier ruptura dentro de los movimientos por exigir nuestro derecho a una vida libre de violencia.
• A las mujeres se nos excluye y se ha minimizado nuestra capacidad política para ocupar cargos de representación sindical y popular.
• Hemos sido objeto de todo tipo de violencia en la familia, en el trabajo, en las instituciones religiosas, en los espacios sindicales y populares.
• El Estado, el Patriarcado y el machismo nos reprimen a través de todas sus instituciones (familia, escuela, iglesia, medios de comunicación, instituciones públicas, etc.) manifestándose desde la omisión, exclusión, discriminación, opresión y llegando así a su máxima expresión: el feminicidio.
• La aprobación de la ley de Seguridad Interior (hoy llamada Guardia Nacional) nos colocará a todas las personas en mayor vulnerabilidad particularmente a las mujeres, dado que la presencia militar conlleva a desapariciones, violencias, violencia sexual y como consecuencia embarazos no deseados.

Por lo anterior afirmamos que la violencia se aprende, se vive y se reproduce, pero también se combate. Por lo tanto, frente a este escenario:

• Las mujeres desde nuestros espacios aportamos a la construcción de un mundo sin violencia, incluyente y con reconocimiento a la diversidad, en el que se reconozca, se valore y se visibilice las aportaciones y el trabajo que hacemos para sostener la vida.
• Reconocemos que nuestros cuerpos guardan la memoria y sabiduría de nuestras ancestras, por lo que afirmamos que defender nuestros cuerpos es defender el territorio.
• Las mujeres damos la lucha contra el patriarcado, el machismo y el Estado capitalista, neoliberal y represor, tejiendo desde abajo y en una práctica cotidiana.
• Estamos generando procesos educativos con enfoque no sexista, popular y equitativo, por la vida y la dignidad.

Consideramos como puntos de nodal importancia frente al actual contexto:

a) Que se garantice y haga efectiva la participación política de las mujeres en todos los espacios de representación sindical, reconociendo sus aportes en la lucha social y popular.
b) Que se respete en la práctica la participación de la mujer, considerando que no sean objeto de ningún tipo de violencia y que se cuente con instancias, mecanismos y procedimientos que garanticen el acceso equitativo y respetuoso a las mujeres integrantes del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO).
c) Impulsar campañas de CERO TOLERANCIA de la violencia contra las mujeres, niñas y niños.
d) Que los maestros y las maestras del MDTEO consideren en los Proyectos Alternativos del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), temas sobre los Derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como una formación libre de violencia.

De ahí que no hemos cesado los esfuerzos de vincularnos para organizarnos, transgredir y transformar la sociedad que lacera y vulnera el ejercicio de los Derechos de las mujeres ante una impávida acción del Estado.